Durante los últimos meses muchas personas hemos descubierto y mejorado nuestras habilidades culinarias, junto a este auge de nuestro chef interior también ha aflorado nuestro lado más foodie que nos ha llevado a conocer nuevos ingredientes y paladear nuevas experiencias, sabores y sensaciones.

Uno de los descubrimientos estrella han sido los tomates secos, la versión deshidratada de este popular alimento en nuestra preciada dieta mediterránea se va abriendo así paso poco a poco, ya que no era muy empleado en nuestra gastronomía. Con el procedimiento del secado tradicionalmente se conservaba el excedente veraniego de tomate para consumir hasta el siguiente periodo estival, pero esta técnica resulta muy interesante a nivel culinario porque además de intensificar el sabor aporta una textura diferente a este delicioso alimento con la que jugar en nuestros platos y elaboraciones. A continuación vamos a ver tres interesantes recetas con tomates secos, guarda en favoritos o coge papel y boli porque ¡no te podrás resistir!

Hummus de tomate seco

La primera de nuestras recetas con tomates secos te servirá para salvar de manera magistral e innovadora aperitivos, almuerzos, meriendas o incluso saciar el apetito voraz que te embarga mientras haces la comida: el delicioso hummus de tomate seco.

Necesitaremos:

  • 200 gr. de garbanzos cocidos
  • 6 tomates secos
  • 1 cucharada sopera de salsa tahini o 2 cucharadas soperas de semillas de sésamo
  • 1 diente de ajo
  • 1 cucharilla de sal
  • 1 cucharilla de pimentón (dulce o picante, al gusto)
  • Zumo de medio limón
  • 2 cucharadas de aceite de oliva (si no has usado los tomates secos en aceite)
  • 100 ml de agua

Para la elaboración de esta rica crema de untar podemos emplear tanto tomates secos en bandeja como tomates secos conservados en aceite de oliva virgen extra. En caso de decantarnos por la primera opción, comenzaremos sumergiendo los tomates deshidratados en agua templada durante un cuarto de hora aproximadamente. 

Una vez hidratados, introduciremos los seis tomates junto con el resto de ingredientes en el vaso de la batidora.

Truco: podemos reservar 100 ml del agua que hemos empleado en la hidratación para emplearlos en la elaboración de nuestro hummus.

Si, por el contrario, hemos empleado tomates deshidratados conservados en aceite, podemos evitar añadir las dos cucharadas de aceite de oliva al vaso de la batidora pues los propios tomates secos ya aportarán el preciado oro líquido a la elaboración.

Con todos los elementos añadidos, solo queda hacer girar las aspas de la batidora hasta alcanzar la textura deseada. Si nos queda demasiado espeso, añadiendo un poco más de agua o aceite de oliva conseguiremos un hummus de tomate seco más cremoso.

Ya solo queda disfrutar de la primera de nuestras recetas con tomates secos, pero aún tenemos dos secretos de chef para mejorar su apariencia y experiencia gustativa:

  1. Rompe en trocitos uno o dos tomates deshidratados, le aportarán una textura diferente a nuestro hummus, ese crocante tan divertido, placentero y delicioso.
  2. Espolvorea en la superficie un poco de pimentón, tanto el dulce como el picante son una excelente opción así que ¡depende de ti!

Como puedes ver, la primera de las recetas con tomates secos es un extremadamente sencillo hummus de tomate seco y lo más importante: ¡exquisito! La manera ideal de sorprender a cualquiera y de ingerir las proteínas vegetales de las legumbres en cualquier época del año.

Pasta con tomate seco

El tomate deshidratado es un ingrediente protagonista de la gastronomía italiana, especialmente del sur del país transalpino. Por este motivo, entre nuestras recetas con tomates secos no podía faltar otro de sus clásicos más internacionales, la pasta.

Ingredientes:

Tenere gli occhi aperti, ¡empezamos! En primer lugar, elegiremos nuestro tipo de pasta preferido, hay multitud de tipos (spaghetti, penne, tortiglioni, fusilli, rigatoni, farfalle, tagliatelle…) y todos son una gran opción. Pondremos abundante agua en una cazuela y esperaremos a que hierva, una vez alcanzado el punto de ebullición colocaremos un fuego medio y vertemos la pasta para cocerla, el objetivo es dejarla al dente pero aquí entra en juego el gusto personal.

Durante la cocción de la pasta, en una sartén con aceite de oliva sofreímos la cebolla picada. Cuando la tengamos casi a punto, añadiremos los tomates secos muy picados y las almendras, nueces o piñones, y doramos ligeramente.

Conviene saberlo: previamente podemos hidratar o no los tomates deshidratados. En caso de no hacerlo aportarán un toque crujiente al plato pero conviene picarlos en trozos más pequeños que si los hidratamos.

Cuando ya hemos conseguido el punto deseado de tostado de estos ingredientes, les añadiremos la nata junto con un toque de pimienta y lo hervimos todo junto brevemente para mezclar sabores y aromas, y reducir la nata. Si quieres elaborar un plato 100% casero, en lugar de añadirle nata de cocinar de brick puedes elaborar una rica salsa similar a base de queso y leche, le sumará unos minutos a la elaboración pero ¡también muchos puntos al plato!

Una vez finalizada la cocción de la pasta, la escurriremos ¡ojo, sin lavarla con agua fría! (de acuerdo con nuestros amigos italianos es un absoluto sacrilegio) y le añadiremos la rúcula y nuestra deliciosa salsa. Antes de servir, mezclaremos bien para que la pasta se impregne completamente con la salsa, distribuimos un poco de parmesano rallado por encima y espolvoreamos un ligero toque de pimienta para finalizar el plato.

Buon appetito! Disfruta de una de las recetas con tomates secos que seguramente se perpetúe en tu repertorio por su sencillez, universalidad y éxito en boca.

Paté de tomate seco

Terminamos este podio de recetas con tomates secos con otra crema para untar muy sencilla de elaborar: el paté vegano. Así se conoce también al paté de tomates secos que es, sin duda, una riquísima opción para tener en tu mesa como entremés o para resolver de manera sencilla una cena. 

Necesitaremos:

  • 200 gr. de tomates secos
  • 30 gr. de almendras o piñones (al gusto)
  • 100 ml. de aceite de oliva
  • 2 dientes de ajo
  • 1 cucharilla de sal
  • 1 cucharilla de pimentón (dulce o picante, al gusto)
  • 1 cucharilla de pimienta negra
  • 1 cucharilla de orégano

Vamos a empezar hidratando los tomates secos, para esto, los introduciremos en un bol con agua tibia al menos durante un cuarto de hora. De esta manera, crearemos la masa de tomate más rápidamente sin peligro de dañar nuestra batidora, con la misma finalidad podemos ir picando también en trozos más pequeños las almendras o los piñones y el ajo.

Transcurrido el tiempo de hidratación, añadiremos los tomates al resto de los componentes de la receta en el vaso de la batidora. Con todos los ingredientes en juego, presionamos el botón y comenzamos a triturar la mezcla. El objetivo es que consigamos la textura de un paté pero, como todo, lo podemos dejar más o menos cremoso en función de lo que prefiramos.

El truco para reducir la densidad de la masa está en añadir agua o aceite de oliva. Añadiremos progresivamente y batiremos de nuevo, hasta lograr la cremosidad deseada.

Añade en la parte superior un poco más de almendra o piñón, incluso los puedes tostar en sartén para darles un sabor y aroma diferente al paté de tomate rojo. Y listo, ya puedes disfrutar de esta riquísima receta con tomates secos untando en pan, tiras de apio, tostadas, nachos de maíz, galletas tipo cracker, tiras de zanahoria o ¡lo que se te ocurra, está buena con todo!

¿Qué te han parecido estas tres recetas con tomates secos? ¿Con cuál vas a empezar? Cuéntanos y mándanos alguna foto para dar envidia en Facebook, ¡seguro que se nos hace la boca agua!

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