¡Estamos en plena temporada de cerezas! Estas pequeñas pero deliciosas frutas rojas tienen cientos de beneficios para la salud: son antioxidantes, antiinflamatorias, buenas para el corazón y la circulación. 

A pesar de las increíbles características de esta fruta, se han creado en torno a ellas una serie de creencias, la mayoría de ellas falsas, que hoy vamos a analizar y aclarar. ¡Comenzamos!

No se puede beber agua después de comer cerezas

¡Falso! Si bebes agua después de comer cualquier alimento, tu digestión se acelerará. Por tanto, si después de darte un atracón de cerezas bebes agua, es muy posible que tengas que ir rápido al baño. 

La única precaución que debemos tomar con respecto al agua y las cerezas es la siguiente: no laves las cerezas si no te las vas a comer al momento, ya que de esta forma es más fácil que se estropeen. Recuerda también guardar tus cerezas frescas en la nevera sin tapar y sin limpiar y de esta manera aguantarán hasta dos semanas en perfecto estado.

Las cerezas son malas para el intestino

¡Falso! Si bebes agua después de comer cualquier alimento, tu digestión se acelerará. Por tanto, si después de darte un atracón de cerezas bebes agua, es muy posible que tengas que ir rápido al baño. 

La única precaución que debemos tomar con respecto al agua y las cerezas es la siguiente: no laves las cerezas si no te las vas a comer al momento, ya que de esta forma es más fácil que se estropeen. Recuerda también guardar tus cerezas frescas en la nevera sin tapar y sin limpiar y de esta manera aguantarán hasta dos semanas en perfecto estado.

Las cerezas engordan

¡Falso! El sabor dulce de las cerezas nos puede hacer pensar que engordan, ¡pues nada más lejos de la realidad! Las cerezas son bajas en calorías y aunque tengan un sabor dulce, el aporte calórico que suministra a nuestro cuerpo es bastante similar al de las manzanas. 

100 gramos de cerezas frescas proporcionan 48 kcal, cantidad muy parecida a las 54 kcal que aportan 100 gramos de manzanas.

Como todo en la vida, lo importante es el equilibro. Evidentemente si te comes un kilo de cerezas en una hora, ¡seguro que engordan!

Las cerezas estropean los dientes

Este mito tiene parte de verdad y parte de mentira. Se suele decir que las cerezas dañan el esmalte de los dientes, ¡pero no! Las cerezas no dañan el esmalte, lo que puede ocurrir es que manchen el esmalte. 

Cuanto más poroso sea el esmalte de los dientes, más probabilidad hay de que se adhieran los pigmentos oscuros de algunos alimentos, como los de las cerezas. Lo mejor para evitar que los dientes se dañen es mantener una correcta higiene bucal. 

¡Y hasta aquí el artículo de hoy! Esperamos haber podido ayudarte a despejar los mitos más frecuentes sobre las cerezas frescas. Desde Rajope te animamos a aprovechar la temporada de cereza y a disfrutar de este rico y beneficioso fruto. 

Visita nuestra web y prueba nuestras cerezas frescas Rajope recién recolectadas de la Ribera del Ebro. ¿Sabías que las cerezas de temporada que ofrecemos en Rajope tienen un sabor especial?

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