La fritada es una salsa obtenida al mezclar pimiento y tomate, muy similar a otras de la misma “familia” como el pisto murciano o la escalivada.
Su aparente sencillez le permite ser un plato multiherramienta, capaz de mezclarse con todo tipo de alimentos: arroz a la cubana, espaguetis, huevo frito o incluso con bacalao, una modalidad muy utilizada en época de vigilia. Y por si algo quedara en el plato, se presta al “toma pan y moja”.
El uso de complementos como la cebolla y el ajo queda a discreción del cocinero, ya que son ingredientes que contribuyen a darle personalidad y vida propia al plato. Por eso, aquí tampoco te daremos cantidades exactas, sino que preferimos que te guíes por el ojímetro al más puro estilo de las abuelas.
Lo único importante es que los productos sean de calidad y que le pongas muchas ganas a la elaboración.